En el panorama laboral peruano del 2025, los exámenes médicos ocupacionales (EMO) han dejado de ser solo un requisito administrativo. Hoy representan un factor crítico en la estrategia de gestión del talento humano, la prevención de riesgos y el cumplimiento normativo.
Para muchas empresas, los EMO siguen siendo un trámite que se realiza «por si acaso». Sin embargo, en un entorno de mayor fiscalización por parte de SUNAFIL y con trabajadores cada vez más conscientes de sus derechos, no gestionar adecuadamente estos exámenes puede tener consecuencias graves: desde multas económicas considerables hasta impactos reputacionales y legales difíciles de revertir.
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Exámenes médicos: ¿qué exige la normativa en 2025?
La Ley N.º 29783 de Seguridad y Salud en el Trabajo, junto con su reglamento (DS N.º 005-2012-TR), establece la obligatoriedad de realizar tres tipos de exámenes médicos a los trabajadores: preocupacionales (antes del inicio de labores), periódicos (durante la relación laboral, según nivel de riesgo) y de retiro (al finalizar el vínculo laboral). Estos deben realizarse sin costo para el trabajador y bajo protocolos definidos por el Ministerio de Salud, conforme a la RM N.º 312-2011/MINSA.
El incumplimiento de estas disposiciones no solo implica sanciones. También puede dejar a la empresa sin sustento ante un reclamo por enfermedad ocupacional, incluso si el trabajador ya no forma parte de la organización.
SUNAFIL en 2025: fiscalización activa y sanciones severas
Este año, SUNAFIL ha intensificado sus acciones de inspección en todo el país. Las sanciones por omisión o mala gestión de los EMO han alcanzado cifras importantes. Las infracciones se consideran graves o muy graves, con multas que pueden superar los S/ 260000.00 dependiendo del tamaño de la empresa y del número de trabajadores afectados.
Un caso emblemático ocurrió en marzo de 2025, cuando la empresa estatal ENACO fue sancionada por no haber realizado ni registrado los exámenes médicos de retiro de dos extrabajadores. SUNAFIL fue clara en su resolución: la responsabilidad de realizar los EMO recae exclusivamente en el empleador, no en el trabajador.
Más allá del cumplimiento: una herramienta de gestión estratégica
Implementar un programa sólido de exámenes médicos ocupacionales no solo protege a la empresa de sanciones. También permite identificar condiciones de salud que podrían agravarse con el tiempo o estar relacionadas con la exposición a riesgos laborales. Esta información, gestionada adecuadamente, puede dar lugar a rediseños de puestos de trabajo, implementación de medidas correctivas y mejoras en las condiciones laborales.
Además, los EMO bien aplicados fortalecen la confianza de los trabajadores, mejoran el clima organizacional y contribuyen al posicionamiento de la empresa como un empleador responsable. No olvidemos que hoy muchas licitaciones —públicas y privadas— consideran el cumplimiento en seguridad y salud como criterio clave para adjudicar contratos.
¿Qué debería estar haciendo RR.HH. ahora?
La gestión moderna de Recursos Humanos debe integrar los exámenes médicos ocupacionales como una línea clave dentro del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo. Esto implica programar los EMO según el nivel de riesgo, documentar adecuadamente todos los resultados, monitorear indicadores de salud en el tiempo y, sobre todo, tomar decisiones preventivas basadas en la evidencia médica generada.
También es fundamental seleccionar proveedores de servicios médicos que estén autorizados y cuenten con experiencia específica en salud ocupacional. La trazabilidad, la calidad del diagnóstico y la confidencialidad del manejo de la información son aspectos críticos.
Caso real: la lección de ENACO
La sanción impuesta a ENACO por no realizar los exámenes de retiro a extrabajadores nos deja una enseñanza clara: la omisión de un solo paso en el proceso puede desencadenar una investigación completa de SUNAFIL. Y peor aún, puede derivar en demandas laborales con alto impacto financiero.
El mensaje es directo: no basta con cumplir en papel. La ejecución real, oportuna y bien documentada de los EMO es lo que protege a la organización.
Dato clave de la semana
En julio de 2025, una empresa privada fue multada con más de S/ 60,000 por no realizar los exámenes médicos ocupacionales a 43 trabajadores. Casos como este ya no son la excepción, sino parte del nuevo estándar de fiscalización.
Conclusión
En este 2025, gestionar adecuadamente los exámenes médicos ocupacionales ya no es opcional. Es una medida imprescindible para cuidar la salud del equipo humano, evitar sanciones y fortalecer la cultura preventiva en las organizaciones.
¿Tu empresa está usando los exámenes médicos ocupacionales como una herramienta estratégica… o sigue viéndolos como un trámite?
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